Estudios científicos realizados por la Escuela de Medicina Mount Sinai, en Estados Unidos, la Universidad Auburn del mismo país y la revista LiveScience, han demostrado que el uso excesivo de este calzado trae consecuencias negativas para la salud. Estos son los tres principales problemas.
Lesiones.
Pese a que las sandalias son bastante frescas y cómodas durante esta temporada del año, son incapaces de amortiguar el impacto al momento de pisar superficies duras por la delgada goma de las que están hechas. Además, al ser planas es probable que con el tiempo generen dolores en las rodillas, la espalda y la cadera. Uno de los principales objetivos del calzado es proteger y dar estabilidad al pie, pero las sandalias no lo hacen.
Alteración de la forma de caminar
Esto es debido a que las personas suelen arrugar los dedos para mantener el calzado en su lugar, motivo por el cual el talón queda elevado y sin apoyo. Además, estos chocan con el suelo de forma más irregular porque, al usar sandalias, normalmente se dan pasos más cortos.
Fascitis plantar
Esta es una inflamación del tejido conectivo del pie. El uso de este tipo de calzado estira la fascia plantar lo que causa inflamación, dolor, protuberancias y cansancio, especialmente en personas que tienen sobrepeso. Los síntomas principales son dolor y rigidez en la parte en la parte interior del talón.
Por estos motivos, si eres de las personas que usas sandalias a diario, es mejor que lo reconsideres, porque, por más cómodas y frescas que sean, a la larga te afectarán a la salud.
Comentarios
Publicar un comentario